Foto: Diario Noticias
En una tradicional ceremonia, apegada a los usos y costumbres de la región Mixe de Oaxaca, fueron despedidas las 11 personas que perdieron la vida a causa del deslave ocurrido en este municipio.
Centenares de vecinos apartaron por algunas horas la propia desgracia que padecen y se congregaron en torno al auditorio del mercado público, donde se llevó a cabo el funeral de las víctimas, en una misa hablada tanto en castellano como en dialecto Mixe.
En su homilía, el sacerdote Ignacio Ocampo, de la congregación de los Salesianos del Sur, envió un mensaje de consuelo a los familiares y amigos de los fallecidos, pero a la vez los exhortó a la resignación y a no perder la fe.
"Oremos con todo nuestro corazón por el eterno descanso de aquellos que han fallecido de esta forma tan inesperada y sigamos confortando y consolando con nuestra caridad a quienes lloran esta despedida temporal; renovemos nuestra confianza en que Dios está muy presente y no los abandona", subrayó.
El clérigo les reiteró a los pobladores que este desastre natural al igual que muchos otros son una "prueba" a la voluntad y una oportunidad para "crecer", a través de valores fundamentales como la solidaridad, la humildad, la compasión y la amistad, entre otros.
Al término de la misa y como se acostumbra en la localidad, los vecinos realizaron una procesión acompañada de música filarmónica hasta el panteón municipal donde tuvo lugar el entierro.
Concluido el sepelio, la mayoría de los habitantes se retiró del camposanto, para regresar a sus hogares y continuar su lucha contra la destrucción que trajeron consigo las lluvias y los deslaves.
Autoridades municipales informaron que no hay reporte de más personas desaparecidas, por lo que los trabajos de rescate coordinados con la Policía Estatal y el Ejército Mexicano, se centrarán ahora en localidades rurales y rancherías que continúan incomunicadas.
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